Lo soñé... Y no sé porqué! Lo soñé y me angustié... Tanto que tenía miedo a volver a quedarme dormida... Y cuando, por cansancio, me trasladaba de nuevo al mundo de los sueños, del subconsciente... volvía a soñarlo!
Era como un disco rallado... Una vez tras otra. Ni la estrategia que utilizaba de pequeña para ahuyentar a las pesadillas funcionaba... Y volvía a quedarme dormida, y volvía a soñarlo...
Lo soñé... Y puede parecerte extraño... Pero, créeme, lo soñé! Y era tan real, que me asusté...
Nunca antes había soñado que me sangraban las muñecas... Si eso hubiese ocurrido... me habría acordado! Nunca en sueños había sentido tanto dolor... Un dolor tan concentrado en mis articulaciones que me hacía abrir los ojos de golpe... Nunca un sueño me había parecido tan real...
Pero lo soñé... Y no podía evitar mirarme las muñecas cada dos por tres... Por si resultaba que no era un sueño, que estaba ocurriendo de verdad... Y estaba agotada, pero no quería dormirme... No quería que me doliese, no quería angustiarme más...
Despierta no podía soñarlo, pero el dolor seguía torturándome... Deseé que la luz del sol penetrase por las rendijas de la persiana... Deseé que un nuevo día se llevase ese sueño, se llevase el dolor...
Era como un disco rallado... Una vez tras otra. Ni la estrategia que utilizaba de pequeña para ahuyentar a las pesadillas funcionaba... Y volvía a quedarme dormida, y volvía a soñarlo...
Lo soñé... Y puede parecerte extraño... Pero, créeme, lo soñé! Y era tan real, que me asusté...
Nunca antes había soñado que me sangraban las muñecas... Si eso hubiese ocurrido... me habría acordado! Nunca en sueños había sentido tanto dolor... Un dolor tan concentrado en mis articulaciones que me hacía abrir los ojos de golpe... Nunca un sueño me había parecido tan real...
Pero lo soñé... Y no podía evitar mirarme las muñecas cada dos por tres... Por si resultaba que no era un sueño, que estaba ocurriendo de verdad... Y estaba agotada, pero no quería dormirme... No quería que me doliese, no quería angustiarme más...
Despierta no podía soñarlo, pero el dolor seguía torturándome... Deseé que la luz del sol penetrase por las rendijas de la persiana... Deseé que un nuevo día se llevase ese sueño, se llevase el dolor...

No hay comentarios:
Publicar un comentario