
... Cuando paseo por tus calles empedradas, desgastadas por los pies de toda esa gente que te visita cada día... Cuando me pierdo por tus callejones, que terminan llevándome al lugar esperado...
Me inspiras con tu bullicio en las fechas señaladas y con tu traquilidad habitual... Me inspiras en las noches de helada y en las de calorcillo sentados en una terraza, viendo las horas pasar, mientras nos contamos nuestras vidas... Me inspiras con el cielo encapotado y cuando nos vigila ese azul mágico... Me inspiras los días lluviosos, de paraguas y ajetreo... y los días de sol intenso, en los que sólo pienso en echarme en el verde césped de Bonaval...
Me inspiras confianza... y haces que mi imaginación fluya sin parar... Recreando miles de historias que podrían llenar cientos y cientos de hojas en blanco... Me inspira tu gente y su estilo de vida, el optimismo que siempre se respira, la juventud de esas noches interminables... Noches en las que muchas veces apetece tumbarse en el Obradoiro y observar el inmenso cielo lleno de estrellas... Noches en las que las carcajadas son la mejor sintonía que cualquier oído desea escuchar...
Me inspiras, Compostela... Toda tú...
Me inspiras siempre... Y me encanta esa sensación... Y sé que algún día escribiré algo sobre tí... porque te lo debo.
Me inspiras con tu bullicio en las fechas señaladas y con tu traquilidad habitual... Me inspiras en las noches de helada y en las de calorcillo sentados en una terraza, viendo las horas pasar, mientras nos contamos nuestras vidas... Me inspiras con el cielo encapotado y cuando nos vigila ese azul mágico... Me inspiras los días lluviosos, de paraguas y ajetreo... y los días de sol intenso, en los que sólo pienso en echarme en el verde césped de Bonaval...
Me inspiras confianza... y haces que mi imaginación fluya sin parar... Recreando miles de historias que podrían llenar cientos y cientos de hojas en blanco... Me inspira tu gente y su estilo de vida, el optimismo que siempre se respira, la juventud de esas noches interminables... Noches en las que muchas veces apetece tumbarse en el Obradoiro y observar el inmenso cielo lleno de estrellas... Noches en las que las carcajadas son la mejor sintonía que cualquier oído desea escuchar...
Me inspiras, Compostela... Toda tú...
Me inspiras siempre... Y me encanta esa sensación... Y sé que algún día escribiré algo sobre tí... porque te lo debo.

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