jueves, 24 de diciembre de 2009

martes, 1 de diciembre de 2009

Airport...

Van a ser las 2.30 de la madrugada -en horario español claro, porque me he negado a retrasar el reloj- y estoy aquí tirada en el aeropueroto de Stansted. A un lado tengo a mi novio, que está viciando al móvil - ojalá se le termine pronto la batería- y al otro lado tengo a un niño rubísimo, rubísimo, de unos nueve años, aunque a lo mejor tiene menos porque estos ingleses siempre aparentan más ead de la que tienen.

Me aburro. Y aun me quedan unas cuantas muchas horas aquí. La mayoría de la gente está dormida o intentándolo... Y hay bastante gente!!! Yo que pensaba que seríamos cuatro pringados... Pues eso, la mayoría de la gente duerme, cada uno en una posición más rara que el otro. A mi me da que seré de las que no duerman, más que nada porque los asientos son incomodísimos y como que el suelo está algo bastante frío... También hay grupos que charlan animadamente entre ellos, o había, porque justo ahora que lo escribo y echo un vistazo general todo el mundo está callado. Lo de charlar está genial porque así las horas se pasan más fácilmente.

Hay un chico español - lo oí hablar cuando llegamos- leyendo bajo las luces de una de las salidas de emergencia. El que le regaló el Magnum doble de caramelo a Juan porque él ya está demasiado gordo y le entraron remordimientos ha venido con una silla y ha puesto los pies encima... tío listo!!!

El niño rubísimo se ha ido hace un rato y no ha vuelto... Su madre, mientras tanto, lee la Cosmopolitan como si nada! A lo mejor es que en el aeropuerto hay un parque y yo no me he enterado... Esas cosas se avisan!!

Una pareja de italianos que antes se daban besos sabor Pringles -me hizo gracia la situación- duerme ahora plácidamente, aunque ella mñas cómodamente que él.

Mi novio sigue viciadísimo al móvil -menos mal que tenía poca batería!!- El niño rubísimo ha vuelto, no sé si para decirle a su madre que el parque -de haberlo- está genial o para decirle que prefiere practicar lectura en los paneles informativos, porque eso es lo que está haciendo ahora. Soy tan burra en inglés -entre otras cosas- que no consigo entender lo que hablan madre e hijo. Y eso me da un poquitín de rabia porque siento curiosidad.

La hija de una musulmana se ha despertado y sin avisar a nadie se va por el mismo camino que el niño rubísimo -creo que tienen la misma edad o, al menos, la misma altura- A ver si resulta que sí que va a haber un parque... Ay! O a ver si resulta que son novietes... Ah, no! La niña ha ido a buscar a su padre, que está bastante bizco, por cierto.

Los que llevaban 26 hora en el aeropuerto -ahora ya bastantes más- se han despertado y se miran sin decirse nada. Les han retrasado el vuelo por una avería y se han quedado aquí esperando... Yo no podría, la verdad. Demasiado aburrido.

En frente mía tengo a un tío que lleva un buen rato en la misma posición, -tocándose la oreja y los labios comprimidos- al menos desde que he empezado a escribir. (Ya son las tres)

Y a mi novio aun no se le ha terminado la dichosa batería del dichoso móvil...

Hace un rato ha pasado por delante nuestra una chica que ha estudiado políticas en mi misma facultad!!!! Increible, pero cierto... Los politólogos estamos por todas partes!! Estuve a punto de hacerle una foto por si las chicas no me creen, pero lo pensé mejor y desistí...

El rubísimo ha venido a trotes hacia su madre, pero se ha vuelto a marchar. Es automático: lo menciono y se escabulle, qué coincidencia!

Una inglesa con unas botas cowboy horterísimas observa con atención unas fotos que otra le enseña. Espero que no sean de botas como esas...

Alucino porque aquí el banco Santander se llama Abbey, pero creo que a partir de enero ya se llamará Santander también.

Me gustan los contenedores de basura, son muy cucos! Pero, como en España, me da que poca gente los utiliza correctamente. Voy a hacerles una foto de recuerdo.

Sí, me aburro soberanamente... Y es que la batería aun dura y soy tan cazurra que no puedo mantener una conversación con el niño rubio -lo he mencionado y no se ha ido- para entretenerme un poco.

Y nada, que seguiré aburriéndome. Ya son las 3,15 -digo ya como si el tiempo pasara realmente rápido y eso no ocurre.

A todo esto, iba a escribir sobre Londres, pero se va a quedar para otra ocasión porque por fin!! parece que la batería se ha terminado y mi novio ha guardado por fin!! el dichoso móvil.

sábado, 7 de noviembre de 2009

TQ

Y no consigo acostumbrarme a quedarme dormida sin tu aliento acariciando mi nuca, sin las "peleas" de pies, sin sentir tu mano entrelazando la mía... Te echo mucho de menos!!!

miércoles, 7 de octubre de 2009

Mientras esperaba...

Una de las ventajas que tiene nuestro sistema sanitario es que aunque tengas cita para una determinada hora nunca -o casi nunca- existe puntualidad a la hora de llamarte para entrar en consulta. Sí, sí... he escrito bien: ventajas! Vale que en ocasiones nos desesperamos porque tenemos que pasarnos allí un montón de rato esperando... Pero eso es porque no le vemos el lado positivo a la situación. Porque sí... todo tiene su lado positivo -o eso me dicen siempre a mí.

La ventaja que tiene es que en ese tiempo de retraso puedes participar en el proceso de interacción de todos los que, como tú, tienen que resignarse a esperar a que los llamen. Dicho de otra forma: que se puede cotillear!!

No me negaréis que no se os pasa el tiempo más rápido cuando encendéis la parabólica -inconscientemente- y os sumergís en todas esas vidas problemáticas -cada una más que la otra, no vaya uno a quedar mal ante los demás. Y no me negaréis que cuando, por fin, escucháis vuestro nombre os da una rabia terrible porque justo os perdéis la parte más interesante de la historia...

Así es la vida en las salas de espera de nuestros centros de salud... sobre todo, si eres habitante de un pueblo pequeño en el que todo, o casi todo, el mundo se conoce. Que después cuando llegas a tu casa tienes la cabeza saturada de tanto cotilleo e incluso te compadeces de todas sus desgracias.

Pues hoy, la aquí presente, ha tenido el privilegio de formar parte de uno de esos procesos de interacción tan importantes en la vida de los humanos. Durante casi una hora -el tiempo que llevaba de retraso la doctora con las consultas- he podido comprobar como de un mero comentario de un señor se ha llegado a casi un total movimiento revolucionario.

Pero he de decir que no era para menos... Al señor ese alguien le había comentado que los aparatos esos que se había comprado para poder ver la tele -los de la tdt- no iban a servir a partir del 1 de enero del próximo año. Y claro, el señor estaba todo preocupado porque se había gastado 60 euros tan sólo hace unos meses y ahora resulta que esos aparatos serían inservibles.

El comentario se extendió como la pólvora entre los que allí estábamos y un estado de psicosis comenzó a palparse en el ambiente. El señor seguía diciendo que esa misma persona le había aconsejado comprarse un televisor nuevo y nos proponía a todos los demás que hiciésemos lo mismo que él. "Imaginaros que justo después de las campanadas nos quedamos sin televisión... Porque después de las campanadas ya es dia 1 del próximo año".

La gente comenzaba a desesperarse -y no precisamente porque la doctora aún no los había llamado. Trazaban planes para poder comprarse una tele nueva cuanto antes, no fuese a ser que ante tal catástrofe quedase deshabastecido el mercado.

Pero lo peor vino cuando el mismo señor que había lanzado la noticia apocalíptica explicó que tendrían que deshacerse ellos mismos de las televisiones viejas y de los aparatos inservibles. En ese momento se montó la mariomorena y los murmullos fueron cada vez más altos, teniendo que llamar al orden el recepcionista del centro de salud.

La verdad es que no sé como terminó la historia porque justo en el momento más interesante oí pronunciar mi nombre y tuve que entrar en la consulta. Cachis!!! Al salir, los ánimos ya parecían bastante más apaciguados, pero pude descubrir la identidad de quien le había dicho al señor aquel toda la historia de los dichosos aparatos...

Os imagináis quién pudo haber sido?? Lo dejo a vuestra imaginación...

martes, 6 de octubre de 2009

Nostalgia...

Esta mañana, la nostalgia me ha agarrado de los pelos con todas sus fuerzas y me ha arrastrado hacia el lugar donde había escondido todos nuestros recuerdos...

Esta mañana, la nostalgia se ha aliado con la lluvia y con la niebla para que vuelva a desprecintar el recipiente donde tenía guardados cada uno de los momentos que hemos vivido juntas... Y ha conseguido hacerme sonreir durante un buen rato, haciendo que me olvidase por completo de dónde estaba...

Esta mañana, junto con la nostalgía, he paseado de nuevo por Madrid, por Santiago, Pontevedra, Boiro, por la casa rural... por todos y cada uno de los lugares que hemos pisado juntas. He paseado por las carcajadas, las bromas, las locuras que se no iban ocurriendo improvisadamente...

Y mientras paseaba con mi mente entre los recuerdos, me he preguntado que por qué diablos no hemos instaurado una norma antes de separarnos... Una norma que nos obligase a vernos una vez al mes, para seguir aumentando los buenos momentos.

Os echo de menos cada día más... Siento como dependencia de vosotras, como si me faltase algo importante... Porque en realidad sois muy importantes para mi...

Me apena pensar que cada vez será más difícil volver a encontrarnos todas juntas, volver a tener momentos de despreocupación, de ilusiones compartidas, de risas y tontería...

Sé que es algo que tiene que pasar porque cada una sueña con lograr sus aspiraciones, pero entre mis aspiraciones más importantes está seguir estando con vosotras...

Gracias por todos los momentos juntas... y espero que sigan siendo muchos más...

Os echo de menos, niñas!!!

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Autoestima...


Esta mañana, cuando cogí la regadera y me dispuse a regar mi autoestima, me llevé una gran nefasta sorpresa: mi autoestima estaba marchita!!!

Tardé unos minutos en reaccionar porque no esperaba encontrármela marchita... Cierto es que la había abandonado a su suerte desde hacía bastante tiempo, pero pensaba que era fuerte, perenne, que a penas necesitaba cuidados...

La había descuidado demasiado aún a sabiendas de que había estado en cuidados intensivos en varias ocasiones... Tonta de mí que pensé que ya recuperada totalmente, mi autoestima sería indestructible!!!

Intenté echar cuentas mentalmente de todo el tiempo que había estado sin preocuparme por mi autoestima y me sentí terriblemente culpable...

Palpé la tierra... Estaba tan árida que por mucho que la regase no alcanzaría una calidad óptima. Estaba árida y pisoteada... muy, muy pisoteada!! Y la autoestima marchita...

No me quedó más remedio que coger una nueva maceta, llena de buena tierra y plantar en ella las semillas de mi autoestima...

Las regué con ansia y les prometí, les juré a esas semillitas que las cuidaría, las abonaría, las mimaría para que mi autoestima naciese y creciese con fuerza. Me prometí a mi misma, me juré que nunca más volvería a descuidarla porque no sería bueno volver a verla marchita...

Así que llevaré conmigo siempre una regadera para regar mi autoestima, abono para que crezca sana y fuerte y estaré atenta para que nadie la pisotee... porque con una autoestima marchita no se va a ningún lado.

Extrañezas...

Que te roben el bolso en un autobús y no te dés ni cuenta puede parecer extraño... De hecho, lo es. Sobre todo cuando ni tu compañero de asiento se percata del hurto... Y claro, cuando lo echas en falta se te queda cara de tonta y no dejas de darle vueltas en la cabeza al tema. Piensas mil opciones, cada una más surrealista que la otra... Pero al final te quedas como estabas... bueno, no! Te quedas sin bolso, sin tus pertenencias...

Porque sí, eres de las que llevas el bolso a rebosar de cosas... Cuánto más grande, más cosas llevas! Para eso son, no? Y resulta que ese día, exactamente, has decidido llevar un bolso grande... Y en él infinidad de cosas -muchas de ellas meras tonterías para la mayoría de la gente, pero para ti no.

Y tras el fatal acontecimiento te traumatizas un poco y durante unos días lo pasas algo mal... Además, la gente que te rodea recurre al chiste fácil y siempre te recuerda que eres algo torpe, olvidadiza, o lo que sea... El famoso "modo museo" que se había hecho famoso en Madrid pasa a ser "modo autobús" y, aunque a ti suele hacerte gracia, a veces te entristece un poco que te vean como esa persona torpe a la que le roban el bolso y ni se da cuenta.

Pues si ese episodio forma parte de muchas de las extrañezas que te ocurren, hay otro que se lleva el premio en cuanto a episodio extrañamente extraño:

Que te avisen el día en el que se muere tu bisabuela de que tienes un paquete en Correos no es, aparentemente, ninguna extrañeza. Cualquiera recibe paquetes en Correos, y más si te has cambiado de domicilio hace escasamente unos meses...

Lo que puede parecer ya más extraño es que ese paquete se trate de una caja de zapatos... y más aún si no has comprado ningunos por Internet o algo por el estilo. Más extraño aún es que en la caja de zapatos sólo venga escrita tu dirección y no aparezca ningún remitente...

Mucho, mucho más extraño es que dentro de la caja de zapatos no haya unos zapatos... sino un bolso! Y concreta y extrañamente el bolso que cuatro meses antes te habían robado en el autobús!!!

Y claro, se te vuelve a quedar la misma cara de tonta del día del robo... o quizás una cara de tonta aún mayor!!!

Lo que también es extraño es que en el bolso aparezcan todas las pertenencias que llevabas en él... Extraño es que quien te lo haya enviado de vuelta no haya dejado ni una nota aclaratoria o algo por el estilo... No dejas de darle vueltas en la cabeza al tema y vuelves a pensar en mil opciones, cada una vez más surrealista que la otra.

Así que al final te quedas como estabas... bueno no! Te quedas con el bolso y con todas tus pertenencias...

martes, 25 de agosto de 2009

Dolor de Muelas...


Dolor de muelas... No se os eriza la piel con tan sólo leer esas tres palabrejas??? Y no de satisfacción, concretamente... Vamos, que no se os eriza la piel de la misma forma que lo hace cuando, por ejemplo, estáis tomando el sol. Porque un dolor de muelas no provoca gustirrinín -al menos no en mi caso.

Pues Pedro tiene dolor de muelas. Ha vuelto de vacaciones y se lo ha traído con él de recuerdo. Claro, como no ocupaba sitio en la maleta, pues se lo trajo. Y ahora se queja...
A mi, la verdad, es que no me dio pena ninguna cuando me lo soltó así, de bote pronto, como si esa fuese la noticia más interesante ocurrida en sus vacaciones. Es más, me entró medio la maldad y pensé que se lo tenía merecido por haber estado quince días en un lugar donde con un alto porcentaje de probabilidades no estuviesen reviviendo el diluvio universal. Todo envidia, en el fondo.

Pero poco a poco me fui compadeciendo de él... Más que nada porque los dolores de muelas son uno de los peores castigos que uno puede recibir. Quién no ha sido víctima de sus ataques? Quién no ha mordido el polvo -o lo que encontrase a mano- ante tremendo contrincante?

Porque tener un dolor de muelas es como ser el Hispano de Gladiator y enfrentarte a los leones en el circo romano. Imagínate: tú versus dolor de muelas. Que empieza atacándote ligeramente y como vas tan de sobrad@ no le das importancia... Pero, ale! cuando te quieres dar cuenta ya se te echó encima el puñetero dolor de muelas y no hay divinidad romana, ni circo, ni leches que te lo saque de encima...

Es ahí cuando te encuentras cara a cara, dolor a dolor, boca a boca, con el Dolor de Muelas -ya lo escribo en mayúsculas porque es toda una institución en el mundo de los dolores. Es ahí cuando, tembloros@, empiezas a idear toda serie de estratagemas para librarte de él. Y es ahí cuando cobra protagonismo la automedicación. Qué haríamos sin ella, verdad? Nos inflamos a pastillas, jarabes, soluciones... Lo que sea! Lo importante es que se esfume el dolor. Después nos miramos en el espejo para comprobar dónde está el meollo del problema, gesticulando de forma rara y desagradable. Y palpamos, examinamos... Si es que la automedicación es lo que tiene, que además de zumbarte -algo que ocurre habitualmente- aflora nuestros instintos médicos más secretos.

Aunque lo peor está por llegar... Nos vamos a la cama con la esperanza de que al día siguiente todo habrá pasado a la historia. Lo mejor de todo es que aunque nos pase miles de veces -espero que tantas no- siempre seguimos teniendo esa tonta esperanza. Qué noooo!! No ves que no se va? Qué no le llega con fastidiarte un sólo día?? Así que nos levantamos con cara de no quiero, con los ojos rojos de ira -y de sueño- y nos disponemos a convivir con el indeseable Dolor de Muelas.

Lo fastidioso es que toda la gente de tu alrededor percibe lo que te pasa y no deja de proponerte remedios y soluciones, a veces un tanto absurdas. Absurdas sí, pero que fijo que terminas probando... no mientas! Así que, si te sube mucho la automedicación al coco, terminas con la muela dándose golpes contra la pared, a modo destrucción total, o atándole un hilo y pidiéndole a alguien que tire para arrancarte la culpable de tus desgracias.

Hasta que te topas con alguien inteligente -aunque parezca mentira, siempre hay alguien inteligente por ahí- que te suelta la frase mágica: VETE AL DENTISTA. Y mientras escuchas la frase mágica notas como se te vuelve a erizar la piel y tampoco es de gustirrinín. Se te eriza la piel de terror!!! Tan grave es para que tenga que recurrir al dentista??

Porque si hay alguien a quien le tenemos tanto pánico como al Dolor de Muelas es al Dentista. Y no es para menos!! Un señor o una señora, con bata blanca, con una mascarilla al estilo M.J., con un aparatejo raro que hace ruido no puede inspirar una sensación de tranquilidad; sobre todo cuando te hace tumbarte en la camilla y te enfoca con esa luz potente, a modo de interrogatorio policiaco. Que a lo mejor, pienso yo, es gracias a esa luz potente con la que derrota al Dolor de Muelas... que se va sin despedirse, pero dejándote el recuerdo de la -feliz, en ocasiones- anestesia.

Aún bajo sus efectos -y debe ser por eso- le prometemos al dentista que nunca más haremos que un simple dolor de muelas se convierta en una infección del copón, que vendremos habitualmente a revisión y mil promesas más que incumpliremos nuevamente tras cruzar la puerta de salida.

Pedro ha ido al dentista y creo que aún está bajo los efectos de la anestesia porque jura y perjura que no le va a volver a pasar lo mismo. ;)

jueves, 6 de agosto de 2009

Mosquitos...

Mosquitos! Es escuchar esa palabra y los oídos me empiezan a zumbar, como estuviesen revoloteando ya a mi alrededor...

Si es que no puedo evitarlo: me horrorizan los mosquitos! Pero bueno, a quién no?? No conozco a nadie que les encanten... Es más, creo que no conozco a nadie que ni tan siquiera los soporte. Y no me extraña, porque son detestables... Ellos y su detestable zumbido, ellos y sus detestables picaduras! Si es que ya me empieza a picar todo el cuerpo con sólo mencionarlos... Agggh, mosquitos!!!

Para colmo, en muchos sitios son inherentes al verano. Qué empieza el verano? Pues ale, cientos, miles, millones de mosquitos inician también la operación salida -como si ellos también se fuesen de vacaciones- e invaden todos aquellos destinos que son de su preferencia -tal cual guiris.

Y claro, los mosquitos y yo este año compartimos destino en vacaciones. Al principio pensaba que tal y como se estaba desarrollando el verano, por llamarlo de alguna forma, a los mosquitos les entraría el frío y se lo pensarían unas mil veces antes de venirse al noroeste. Pero nada, resulta que alguien me dijo que estos bichos del demonio son fieles año tras año a su destino vacacional. Parece ser que ese alguien estaba en lo cierto.

Así que nada... toca convivencia forzosa! De día se suele llevar bien porque me da a mi que son fotosensibles... Pocas veces hacen acto de presencia. Lo de fotosensibles no os penséis que es alguna bobada mía. Para nada! Y si no hablemos de la noche. A los mosquitos les encanta que sea de noche.

Nada más esconderse el sol -si es que le da por salir- los mosquitos salen de fiesta y entonan su zumbatón favorito. Siempre el mismo tema, una vez tras otra... Siempre danzando cerca de tus oídos, como para darte envidia... O más bien ganas de emprenderla a cañonazos con ellos. Y aunque te tapes con las sábanas, aunque dormido muevas las manos de forma extraña para ahuyentarlos, ellos siguen con su gran verbena.

Hasta que enciendes la luz! Es encender la luz y zas!! ni rastro de los puñeteros bichos!! Por si las moscas, mejor dicho, los mosquitos, dejas la luz encendida un rato... A ver si deciden volver y los pillas in fraganti! Pero desistes después de un rato, porque claro está, el sueño te puede. Apagas la luz y zas!! zumbatón de nuevo, sin parar all night!

Por eso he llegado yo a la conclusión de que los bichos estos son fotosensibles... Y varias investigaciones lo avalan.

Pero ya no es que sólo sea el zumbatón... Si sólo se dedicasen marearte la cabeza pues no sería un problema tan grave... El verdadero problema empieza cuando les da por picar. Qué vampiros, la leche!!! Que una se despierta por la mañana y no sabe si ha pillado la varicela de nuevo... O lo típico de despertarte y pensar: "ostras! me he estado rascando la mano toda la noche o lo he soñado?" Porque eso sí!! Cuando pican pican de verdad... Y claro, toca rascar y rascar... Y de repente, cuando menos te lo esperas, tienes más cráteres que la luna.

No me estraña que a los papás y a las mamás les entre la paranoia con los peques... Aún recuerdo cuando era una canija y me embadurnaban de Autan... Qué mal olía y qué pringoso era!! Pero, al menos, podía estar tranquila. Además, de peque quién no se ha comido sin querer un mosquito? De peque o no de tan peque... Y lo de sin querer lo digo porque no creo que nadie quisiese comerse un mosquito... O no sé, puede que sí!

Hablando del Autan, me viene a la memoria otra teoría que tenía y que probablemente -esta sí- sea errónea: Recuerdo que por las noches, ante la invasión de los mosquitos, yo me proponía matar, como mínimo, a uno de ellos. Pero tenía que ser a conciencia, tenía que ser un asesinato en toda regla. Me lo proponía y hasta que lo conseguía no paraba porque pensaba que matando a uno, todos los demás se irían... se lo llevarían a enterrarlo y a hacerle un largo funeral, por lo que yo podría dormir tranquila. Pero sólo eran teorías de una canija con instinto asesino hacia los mosquitos...

Tras leer esto -si no es que ya en la primera línea os habéis quedado dormidos- apuesto a que os estaréis diciendo: "Pero esta tía... qué pasa? Qué en su pueblo no venden kill paff o mata mosquitos??" Pues claro que sí, lo que pasa es que verano tras verano han conseguido inmunizarse! Increíble, pero cierto... Sí, sí... Son inmunes incluso al Autan! Pobrees peques, qué ya no los van a embadurnar más con esa pestilente solución anti mosquitos! :P

Y digo yo... en qué criterios se basan los mosquitos para elegir su destino vacacional? Porque al pueblo de mi abuela no van... Allí en verano no hay mosquitos! Pero sí gaviotas... Pasan del zumbatón al graznatón!! Pufff!! La verdad, es que ya no sé qué es peor...

jueves, 23 de julio de 2009

Diminuta...

Yo era una niña diminuta, que vivía sola en mi diminuto mundo, en el que tenía una diminuta casita... Y jugaba sola entre los diminutos árboles de mi diminuto mundo, mientras esperaba a que llegase la noche, para irme a mi diminuta casita...

Y allí, en mi diminuta cama soñaba... Soñaba que tenía unas diminutas alas y que podía volar! Volaba con mis diminutas alas cientos y cientos de kilómetros bajo las diminutas estrellas y la diminuta luna que vigilaban el cielo de mi diminuto mundo...

Soñaba que podía volar hasta llegar allí... Y no tenía miedo a la oscuridad, a pesar de que yo era una niña diminuta, que vivía sola en mi diminuto mundo. Porque volando con mis diminutas alas hacia ti me sentía un poco menos diminuta...

Y al llegar allí, revoloteaba, diminuta, entre tus sueños y me engrandecía al verte sonreir... Dejaba de sentirme gris e inundaba todo, todo, todo de diminutas pinceladas de colores.

Pero al amanecer debía volver a volar con mis diminutas alas hacia mi diminuto mundo, en el que volvería a jugar sola entre los diminutos árboles, esperando a que llegase de nuevo la noche... para soñar de nuevo que podía volar y volaba hacia ti!!!



(La culpable es la tormenta... )

miércoles, 22 de julio de 2009

XaN...

-¡XAN!! ¿Non me oes? ¡Como se che ocorra facelo vas saber quen son eu! Deixa que logo... -berraba a tía polo rapaz. -¡Baixa desa condenada! ¡Mala a hora na que teu padriño che arranxou a dichosa bicicleta! ¡Vas caer, Xan, vas caer!

Pero nada, Xan como se oira chover. Alí estaba, no alto da costa, montado enriba da bicicleta, disposto a baixar como tantas outras veces fixera xa durante toda a mañá. Súa nai seguía a berrarlle, coas mans en alto.

-Este demo de rapaz... Un día vainos dar un disgusto. Pero mire o que lle digo, miña nai, ese día aínda ha de levar por enriba. ¡E Moncho vaime escoitar cando chegue! Doulle ós dous o demo que facer...

E velaí volvía o meu curmán a baixar a costa a toda velocidade, como se fose un lóstrego. Chamabame a atención a súa expresión de concentración: os ollos abertos como pratos, os beizos oprimidos e as mans agarrando fortemente o manillar da dichosa bicicleta. Tiña oito aniños, aínda que semellaba ter menos. Entre que era mal comedor e entre que tiña o formigueiro no cú todo o día pois...

-¡Mamá, que non me pasa nada! ¿Ves? Xa baixei a costa outra vez, é unha pasada. Deberías probar -espetáballe o rapaz á súa nai, facéndoa rabiar aínda máis. - É o mellor regalo que me puido facer o padriño. E despois pregúntanme os amigos se non me aburro na aldea. ¡Se a aldea é o mellor que hai! ¿Cando vimos vivir para aquí, mamá?

-Érache o que nos faltaba -murmuraba a tía.

A avoa ría a gargalladas coas ocorrencias do neto, gozaba vendo o neno desfrutar tanto. Eu, namentres, xogaba co meu irmán, que adobecía por acompañar a Xan nas súas aventuras. Pero era aínda moi pequecho para semellantes menesteres.

-¡Oe, Carliños!Ti non te preocupes, que cando volva o padriño ben lle pido que nos faga un remolque e así xa baixas comigo a costa. ¡Qué ben o imos pasar! ¡Qué ben o imos pasar! -dicíalle Xan ó meu irmán, mentres pasaba a man pola fronte. -¡Vai un calor!

Meu irmán asentía todo ilusionado e esperaba ansioso a que papá, o padriño de Xan, chegase para comezar xa a construir o remolque que o faría divertirse tanto como se estaba divertindo o curmán.

Chora...



Chora, chora e non deixa de chorar. ¡Sabe Deus o que ten esta rapaza! Eu é que non mo explico. Nunca antes tal vira. Pero, a ver, parruliña, ¿ti non ves que a area non fai nada? Mira, mira como a collo coa man e non me traba. Neniña, non chores máis, ¡ho!

Hei rematar con dor de cabeza de tanto que chías, que todo te me asemellas a un paxariño famento. ¡Senta aquí, no meu colo, veña! Aquí non hai area, ¿non ves? E deixa de chorar... que estás toda fea.

E dálle coa choreira. Manola, ¿ ti viras cousa igual? Terlle medo á area. Non sei como se lle dou con esa teima. O verán pasado non fixera tal teatro. Estou por chamar á nai. ¿Ti que dis? Que a leve de volta á casa. E se segue neste plan será o que teña que facer, Manola.

Cativiña miña, cala un pouquiño xa, que nin das respirado. A area é boa, ¿facemos un castelo? Ala, cólle o caldeiro, faime caso, bonitiña. Nada, non fas caso. Ben me lembras ó toxo de teu pai, que era destas feituras... ¡Boa herdanza che deixou, ho!

Ti ris, Manola, pero a min non me fai nin un chisco de gracia. Está toda a xente á mirar para nós. Aínda han pensar que chora porque lle dei unhas azoutas. ¡E diso nada! Aínda que merecer ben as merecía, así ía chorar por algo, ía.

¿E se imos á auga? Ven, que te limpo esas bágoas da cara. Dálle coa teima de chorar. ¡Vaise enfadar a avoa, eh! Mira que fresquiña está a auga. Senta na beira, senta. ¿Prefires estar aquí? ¿Quedamos aquí? ¿Si? Así me gusta, rematouse o chorar, que as neniñas fermosas coma ti non choran. A ver unha sonrisiña para a avoa...

E aínda menos mal que calou. Xa estaba por vestila e levala a xunto da nai. Mira ti para o teu neto, que feito que é. Chegou, e dende aquela aí o está, todo entretido xogando con aqueles nenos madrileños. Así dá gusto, dígocho eu. Esta xa parece que aplacou. O conto será cando a volva levar para a area, que tampouco a podo ter a remollo toda a tarde.

Xa vai sendo hora da merenda. Voulla ter que dar na auga, que agora que calou, non teño ganas doutro festival. Aínda che me ha de saír cantante, Manola. A ver, bonitiña, imos merendar. Mira que plátano tan saboroso che trae a avoíña. Tes famiña, ¿non? Non me estraña, xa se che foron tódalas forzas chíando. Así me gusta, que comas todo.

Si, Manola, si... Cando rematen a merenda xogámoslle unha partida. Boa razón levas. Se che entendo ben, que nós tamén temos dereito a descansar un anaquiño.

lunes, 13 de julio de 2009

Playa...


La prefería cuando no era tan conocida, cuando los domingos podía pasear por ella como si fuese un lunes o un martes... como si fuese otoño. La prefería cuando no veía la arena llena de pisadas, cuando era ella casi la única que deslizaba sus pies sobre la fina arena, dejando su rastro...

Pero desde unos años atrás, sólo podía ser casi la única en otoño o en invierno... Desde unos años atrás la playa se había masificado... Gente de todos los sitios se daba cita allí cada primero de julio para disfrutar de las vacaciones. Abuelos y abuelas, padres, madres, niños, niñas, perros y todo un zafarrancho de miles de juguetes y artefactos extraños se adueñaban durante dos meses de aquel paraíso que empezaba a perderse...

Era domingo, sí! La interminable hilera de coches aparcados a la entrada de la playa certificaba sus peores augurios. Unos niños pataleaban y chillaban porque su abuela no les quería comprar unos helados. Mientras tanto, el supuesto abuelo hacía lo imposible para cargar con las colchonetas, la nevera, las sillas y demás enseres. Ella le ofreció su ayuda y el señor la aceptó con una gran sonrisa.

De camino al mogollón de gente se hicieron las típicas preguntas que se hacen las personas nada más conocerse y cuando los pobres abuelos llegaron a su destino, ella se despidió de ellos con una sonrisa en los labios y un hasta pronto...



(continuará...)

Bicho!!!

Lárgate!!- gritas para tus adentros. Acabas de sacudir la toalla y una ráfaga de viento vuelve a inundarla de arena fina... Siempre ocurre lo mismo! Y para colmo, el bichejo ese la tomó contigo. Qué por más que lo lanzas con tu dedo índice lo más lejos posible, el pequeño diabillo no cesa en su intento de hospedarse en tu toalla, al igual que la arena que desalojas cada dos por tres...

Pero qué feo eres! -exclamas mientras observas como inicia de nuevo su carrera sobre el pequeño desierto de arena para llegar a su destino. El sol brilla con fuerza en lo alto del cielo, pero no es obstáculo para el bichejo que sube por las pequeñas dunas a una velocidad infernal, como si no le supusiese esfuerzo ninguno venir desde casi la orilla...

Por qué a mi? Es que no ves que hay más gente en la playa? Y mira que hay toallas vistosas, bicho! -murmuras como si el insecto te estuviese escuchando. No me gustas!! No te has dado cuenta?? Me estás empezando a poner de los nervios!!! -sigues hablándole mientras dejas que un puñado de arena se desplome sobre él, sepultándolo... pero sólo durante unos segundos. Porque, para tu sorpresa, el bicho aparece sobre el montón de arena de nuevo...

Serás!!! No me vas a ganar esta guerra, no señor!! - le replicas cogiéndolo en tus manos y llevándotelo hacia la orilla... El agua está algo más fría que habitualmente. Pero no importa, todo es cuestión de acostumbrarse...

Te vendrá bien un bañito después de tanto corretear por tu desierto! Ale, a nadar, bicho!!

Y te vas a la toalla...

martes, 9 de junio de 2009

Puertas y tapas!

Esta noche he soñado con un montón de puertas abiertas... Tantas, que de sólo pensar que tenía que cerrarlas todas me entraba una angustia horrible! Por si eso fuese poco, al final de toda esa hilera de cientos de puertas abiertas aparecían también cientos y cientos de retretes -wc, urinarios o como diantres se llamen- también con las tapas subidas... Y si ya mi angustia era horrible al visionar las puertas, cuando visioné las dichosas tapas subidas de los retretes esa angustia se tornó en cabreo, incluso en ira...

"Vaya sueños raros tiene ésta", pensaréis... Y yo como gallega que soy, os digo: en parte son raros y en parte no... Es un sueño raro porque no creo que mucha gente sueñe con ese tipo de cosas -o sí, quién sabe! Si eso ocurriese... ruego que ese alguien se ponga en contacto conmigo, más que nada para intercambiar visiones- Pero no es tan raro si os digo que tengo dos pequeñas manías: cerrar las puertas cuando están abiertas y bajar las tapas de los urinarios. De hecho sólo hay una cosa que supera esa angustia y ese cabreo: los vecinos de abajo- a estos mejor les dedico un párrafo aparte, porque también habría que darles de comer aparte.

Mis vecinos... Son dos individuos -chica y chico, pareja supuestamente y más que supuestamente (a los hechos me remito, y a los ruídos también)- que les encanta montar escándolo independientemente de la hora que marque el reloj, ya sea día laborable o festivo, ya llueva o el sol luzca de forma impresionante... A ellos les da igual: les encanta montar jaleo! Qué si cantar... que, por cierto, no voy a ser yo quien lo diga, pero no es lo suyo... Qué si escuchar la tele a 40 de sonido o más -deben de tener un home cinema alucinante, porque a veces incluso parece que yo actúo en esas películas... Qué si cambiar los muebles de sitio a las 3 de la madrugada, por ejemplo... Les encanta el ruido! Apostaría lo que fuese a que si pasan más de medio día sin hacer ruído les sale una úlcera o algo así! Y menos mal que me abstengo de comentar ciertos "ruídos" de alcoba, que... Válgame Dios!! Pues a estos mozos no los soporto!! No es que tenga nada en contra de sus personas, pero una también necesita descansar, estudiar, relajarse... disfrutar del silencio en alguna ocasión, leche!!!

Mejor sigamos con esas dos pequeñas manías... Llamadme obsesiva si queréis, pero yo creo que si han hecho puertas y tapas es para algo no???

Porque si no hiciesen las puertas para cerrarlas (y evidentemente, también para abrirlas) para qué se habrían inventado? Cómo ornamento?? O el tipo o la tipa que las inventó se dijo: "Cachis, tengo que inventar algo para este agujero de aquí, que si no queda esto muy soso". Si las puertas son como las ventanas... Pero resulta que nos da más por cerrar las ventanas que por cerrar las puertas. Aunque yo, y no voy a echarme flores, ya sabía desde bien pequeña que las puertas están para eso... Y si no, que se lo pregunten a mi madre... que siempre me veía intentando llegar a los pomos para cerrarlas. Qué queréis! Cada uno elige sus métodos de entretenimiento, no?

Con lo de las tapas de los wc tres cuartos de lo mismo... No es que de pequeña me entretuviese también bajándolas, no... Me refiero a que si las han hecho no ha sido porque les sobraba material... Y que yo sepa no se venden retretes sin tapa! Es que me imagino la situación en uno de esos establecimientos de Roca: " Oiga, me gusta éste, pero a mi parecer le sobra un detalle: no venden retretes sin tapa?" O un anuncio en el que ponga: "Oferta anti-crisis!! Llévate un wc sin tapa, te hacemos el 30% de descuento" Ya de sólo pensarlo me entra la risa... Aunque, oye! No es mala idea, eh!! Fijo que habría mucha gente que se decidiría a comprarlos y, sobre todo, tíos! Y no es que sea feminista ni nada de eso, pero creo que terminaré haciendo una tesis doctoral en la que explique este extraño fenómeno: casi un 100% de los tíos ignoran el uso de la tapa del retrete, por eso siempre la dejan subida. Y esto que digo está basado en pruebas empíricas eh!!

domingo, 7 de junio de 2009

Pensamientos...

Los donuts nuevos son una mierda!! Tienen demasiado azúcar para mi gusto, se hacen empalagosos. Y teniendo en cuenta que yo soy más de salado... Pero lo más importante: los donuts nuevos son una mierda porque es imposible abrirlos sin hacer ruido!!! Y no es que yo tenga algo en contra del ruido... Para nada! Y mucho menos tengo algo en contra de ese ruido... Pero teniendo en cuenta que estoy en una biblioteca, entiendo que no es muy agradable escuchar ese "craggg". Así que lo dicho, los donuts nuevos son una mierda!

Menos mal que tengo pistachooos!! Ay, los pistachos, qué ricos están, eh!! Sólo hay una cosa que no me gusta de los pistachos, y no de todos los pistachos... No me gustan, me desconciertan los pistachos que no tienen la cáscara semiabierta, esos pistachos que vienen encerrados, como escapando de todas esas personas que queremos deleitar nuestro paladar con su agradable sabor... Por qué nos odian tanto?? Será instinto de supervivencia??

Si, valee... Me aburro! En qué lo habéis notado?? Pero no es porque no tenga cosas que hacer... Supuestamente, si estoy en una biblioteca, un sábado por la noche, de madrugada, será porque tengo cosas que hacer. Evidentemente... si! Pero bueno, por eso mismo... porque es sábado por la noche, de madrugada, para más inri, es por lo que no me apetece hacer nada de lo que tengo que hacer... Me da pereza! Y como mi conciencia aún no ha hecho acto de presencia reclamándome mi irresponsabilidad pues aprovecho y divago sobre cuestiones de relevante trascendencia...

Y mientras ordeno el montonazo de apuntes que tengo delante mia, pienso que lo que realmente me apetece es irme a casa. Llegar, descalzarme y notar el suelo frío bajo mis pies... Irme a casa y descansar... si! Aunque tampoco haría ascos a un paseo... Es más, el paseo se me antoja mucho más interesante ahora que descubro que está lloviendo. Connotación erótica tiene la lluvia...

Me atrae demasiado la idea de ese paseo bajo la lluvia... Voy a utilizar mis dotes de persuasión para lograr escaparme de los donuts nuevos, del cúmulo de apuntes, de los pistachos desconcertantes que se esconden en la cáscara, de las cosas que tengo que hacer y que no hago, de la conciencia que aún no ha hecho acto de presencia, de la biblioteca, del aburrimiento... Voy a persuadirte para que pasees conmigo bajo la lluvia!

No hay nadie como tú...


Me gusta la forma que tienes de no asustarte ante nada, la forma en que le buscas a lo negativo el lado positivo, la sonrisa que me ofreces para que me tranquilice cuando más lo necesito...

Aún sigo ruborizándome cuando fijas tu mirada en la mía y la mantienes dulcemente, aún me pongo nerviosilla cuando llevo días sin verte y por fin! nos volvemos a reencontrar! Y me encanta esa sensación, ese cosquilleo que viaja por todo mi cuerpo...

Me emocionan esos abrazos cálidos y protectores que nunca antes me habían dado... Incluso me emociona la forma que tienes de picarme, porque nadie consigue "hacerme rabiar" así!

Aprendo de los consejos que me ofreces, esos consejos tan oportunos... Y admiro la capacidad que tienes de conseguir que crea en mi misma cuando lo veo todo tan oscuro; esa confianza que tienes en que pueda conseguir cualquier cosa, por muy "imposible" que yo lo vea...

Cuando siento que el mundo pesa demasiado sobre mis hombros, cuando las lágrimas desbordan a mis ojos, cuando no encuentro una válvula de escape... Ahí estás tú!!! Acariciándome el alma, ofreciéndome ese paracaidas que me permita lanzarme al vacío olvidando todo lo que me abruma, tendiéndome la mano para que avance segura y con confianza...

Sólo puedo decirte... No hay nadie como tú!

:) (L)

martes, 2 de junio de 2009

MaRuXía...

Maruxía... Os tombos das ondas cando baten contra a area escóitanse perfectamente... É cedo, moi cedo, ou iso é o que indica o espertador que se apoia sobre a mesiña de noite. Pero non podes durmir máis... Co paso do tempo sintes que as noites se te fan cada vez máis longas, que preceisas durmir menos horas... E iso que eras ben durmiñona!!! Estase ben na cama, nesa cama que sempre dis que é demasiado grande para ti; esa cama que sempre dis que vas trocar por unha máis pequecha e xeitosa, pero os nestos pídente que non a retires: "gústanos durmir contigo, avoiña".

Zoa o vento con forza... Ata mesmo semella que está a chover. E estando así, esperta ó caloriño da colcha sobre o teu corpo, lembras aquelas noites de treboada, nas que a túa irmá xemelga e ti vos apertabades fortemente para non pasar frío e para facer máis levadeiro ese medo que vos daban os tronos. E lembras que daquela a vosa camiña era moito menos cousa que as de agora... bastante menos, abofé! E sintes como un calafrío che percorre o corpo, cando rememoras todas esas longas noites de frío, nas que non había mantas nin colchas que chegasen para desbotalo do corpo. Pero ainda sí, sorrís lembrando, porque a pesar das penurias foches moi feliz na túa nenez. E escoitando o zoar do vento diste a ti mesma: " Hai que ver Maruxa, como cambiaron as cousas!"

Maruxía... Reláxate escoitar a bravura do mar, mentres imaxinas como a escuma das ondas bica bruscamente ás rochas... Sempre sentiches algo especial polo mar... Ese mar que tantas veces vos dou ledicias, alimento, pero que tamén se levou con el á persoa que o dera todo por ti sempre, ó teu home... Aínda así, a pesar de todo, segues sentindo algo especial polo mar. E non é odio, nin medo, quizáis respeto... pero tamén atopas nel esa forma de evadirte dos problemas diarios.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Debería...

Suele pasarnos algunas veces, que nos paramos a pensar en lo que deberíamos estar haciendo en un determinado momento y, sin embargo, no estamos haciendo lo que deberíamos... Puede llamarse examen de conciencia, aunque la mayoría de esos exámenes que nos hacemos sólo sirvan para sentirnos mal durante el momento que dura dicho examen... Eso ocurre cuando nos sentamos a hablar con nosotros mismos y la conciencia empieza a reprocharnos todas esas pequeñas o grandes cosas -cosas, al fin y al cabo- que deberían estar hechas y no lo están, o incluso al revés...

Y en ese punto, en el punto en el que todas esas cosas se desploman sobre nuestros hombros, en el punto en el que la conciencia utiliza su arma más valiosa -el reproche- nos derrumbamos y comenzamos a decirnos a nosotros mismos, y al mundo también, que debemos cambiar... Y lloramos interiormente -o exteriormente- compadeciéndonos de lo dejados o de lo impulsivos que somos...

Oh, la autocompasión!! Qué cantidad de veces recurrimos a ella como método para no sentirnos tan culpables de nuestra acciones o no-acciones... Qué cantidad de veces nos abrazamos a ella como si ella tuviese el gran exilir para fulminar todos nuestros problemas... Y es justo, cuando la autocompasión entra en el juego cuando nuestro examen de conciencia empieza a tomar un rumbo diferente, pasando de los reproches al "Oh, pobre de mi! Acaso me lo merezco?"

Y resulta que en ese momento de transición en el examen de conciencia es cuando ya nos sentimos mucho menos culpables y seguimos retrasando cosas que deberíamos estar haciendo, es cuando dejamos que nuestros impulsos se apoderen de nosotros y ganen la batalla, olvidándonos de nuevo de que nuestra conciencia, con sus reproches -efectivos a veces, pero no tan efectivos otras- volverá y volveremos a tener que rendirle cuentas, hasta que la autocompasión vuelva a engatusarnos como suele hacerlo siempre!


Debería estar estudiando... y, sin embargo, estoy aquí! :S

viernes, 13 de marzo de 2009

Y el sol te habló...

Asomas tu cabeza por la ventana y ves que el sol ha decidido salir... Te mira a los ojos fijamente y te pregunta: "qué ha sido de ti, soñador?" Y realmente no sabes que responderle...

Bajas la cabeza y él te da un toque de atención con uno de sus rayos... Vuelve a mirarte a los ojos y te dice: "Hoy he salido por ti, así que no me hagas ese feo y disfruta de la ciudad". Y otro rayo de acaricia la cara a modo de incentivo.

Así que no tienes más remedio que desvanecerte de todos los malos pensamientos, de todas esas "cosillas" que borran tu sonrisa... y enfundarte tu traje de soñador.

Al principio eres algo escéptico sobre tus posibilidades de evasión, pero cuando tu alma se empapa de sol comienzas a verlo todo de otro color... Realmente hace un día espléndido!!

Una buena canción se decide a acompañarte y poco a poco entre silbidos y pequeños saltitos entras en tu mundo de sueños... Y piensas que si sigues con esta actitud las cosas podrán ir mucho mejor.

Caminas sin un rumbo definido... Te guías por tu instinto, que te impulsa a sentrarte sobre la hierba adornada con montones de pequeñas margaritas...

Y el sol vuelve a mirarte a los ojos diciéndote "Eso está mucho mejor!!!"

jueves, 12 de marzo de 2009

Uuups! :S


Qué es lo que ocurre justo cuando estás subiendo las escaleras va y se cae el espejo de la pared rompiéndose en mil pedazos?? Al principio te llevas un susto de muerte, mientras escuchas a tu abuela decir... "se ha caído el espejo, no? " Y sólo consigues pronunciar un uuuuups!! dirigiendo tu mirada hacia el chisme que en teoría aguantaba al susodicho espejo...

Unos minutos más tarde te acuerdas de las muchas veces que has escuchado eso de ... "Un espejo roto, siete años de mala suerte!" Y te quedas pensativa... Aunque, la verdad, no crees en esas cosas... Al contrario te dices a ti misma... "Para mí serán 7 años de muy buena suerte, ala"...

Pero aún así... cada vez que subes o bajas las escaleras no puedes evitar observar el rinconcito que ese espejo ha dejado, la pared blanca en blanco... A ver si tu abuela vuelve a reponer el espejo, pero tendrá que ser uno nuevo... Porque el que se ha caido cuando tú subías apresuradamente las escaleras ya ha pasado a la historia...

:) A veces...

...media hora con una persona a la que aprecias y estimas te sirve para que un día aparentemente vacio se convierta en un día en el que el sol sale, a pesar de que la lluvia lo inunda todo!

A veces... echas de menos cosas tan simples como ver sonreir a esas personas que tan importantes son para ti! Y cuando una de ellas aparece y te sonrie, todo vuelve a pintarse de otro color...

A veces te sientes satisfecha por poder compartir tus cosas, tus pasos con una gran amistad... A veces cuando vuelves a casa llegas al portal y no te importa estar mil horas buscando por las llaves... porque has pasado un rato realmente gratificante!

viernes, 27 de febrero de 2009

Febrero...

Aún no me había acostumbrado a tu llegada y resulta que ya estás a punto de hacer de nuevo la maleta... Y me acaricias la cara a modo de despedida, mes chiquitito!

Y te agradezco que no me tengas en cuenta el no haberme percatado de tu presencia... Porque ni siquiera he ido tachando cada uno de esos 28 días que me ibas regalando... Ni siquiera te he dedicado un paseo bajo ese cielo azul que has traído con tu llegada, pero al menos alguna noche hemos salido a celebrar, al menos algo he hecho...

Mañana te vas... y parece que te vas desganado! Como si todo te hubiese sabido a poco... Como si aún acabases de llegar, como si no hubieses comprado billete de vuelta... No sé. Hay algo que pueda hacer por ti?

Sólo se me ha ocurrido despedirme de esta forma... Con un hasta luego! Porque para el próximo año volveremos a encontrarnos, quizás en otro lugar, en otra situación...

Pero no dudes Febrero, que el próximo febrero, con sol o con lluvia, estaré para tachar cada uno de esos 28 días que estés dispuesto a regalarme...

domingo, 11 de enero de 2009

Te veo así...

Te veo así... tan dormido, y no puedo evitar sonreir! Te veo así... tan dormido y agarrado a mi mano, y no puedo evitar dejar de mirarte!! Te veo así... tan dormido y con una sonrisa dibujada en tus labios y un cosquilleo recorre todo mi cuerpo!! Y puede que esto no lo sepas, pero podría pasarme así el resto de mis días...

Te veo así... lanzándome los cojines en el sofá, róbandome sonrisas sin parar, calentando mis fríos pies, dedicándome canciones... y pido que el tiempo se pare porque soy completamente feliz! Te veo así... mirándome con esos ojillos que me piden que me acerque más y más... y no lo dudo ni dos décimas de segundo!!

Te veo así... riéndote a carcajadas con alguna tontería, sonriéndome de forma pícara, cantándome de madrugada casi casi al oído, abrazándome con fuerza para que me quede a tu lado... y te abrazo yo con más fuerza aún!!!

Te veo así... y quiero seguir viéndote así! Y quiero seguir quedándome dormida al compás del latir de tu corazón... Y quiero seguir despertándome a tu lado, mientras descubro que aún sigo abrazada a ti...