jueves, 23 de julio de 2009

Diminuta...

Yo era una niña diminuta, que vivía sola en mi diminuto mundo, en el que tenía una diminuta casita... Y jugaba sola entre los diminutos árboles de mi diminuto mundo, mientras esperaba a que llegase la noche, para irme a mi diminuta casita...

Y allí, en mi diminuta cama soñaba... Soñaba que tenía unas diminutas alas y que podía volar! Volaba con mis diminutas alas cientos y cientos de kilómetros bajo las diminutas estrellas y la diminuta luna que vigilaban el cielo de mi diminuto mundo...

Soñaba que podía volar hasta llegar allí... Y no tenía miedo a la oscuridad, a pesar de que yo era una niña diminuta, que vivía sola en mi diminuto mundo. Porque volando con mis diminutas alas hacia ti me sentía un poco menos diminuta...

Y al llegar allí, revoloteaba, diminuta, entre tus sueños y me engrandecía al verte sonreir... Dejaba de sentirme gris e inundaba todo, todo, todo de diminutas pinceladas de colores.

Pero al amanecer debía volver a volar con mis diminutas alas hacia mi diminuto mundo, en el que volvería a jugar sola entre los diminutos árboles, esperando a que llegase de nuevo la noche... para soñar de nuevo que podía volar y volaba hacia ti!!!



(La culpable es la tormenta... )

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