miércoles, 10 de marzo de 2010

MicroRelato Óscar.


Todo empezó cuando el viento me destrozó el paraguas. Menos mal que pude cobijarme bajo uno de los soportales de piedra que tanto me gustan de esa ciudad... Cuando escampó, entré en la primera cafetería que me encontré y, tras dejar todos los papeles -mojados- sobre una mesa, me pedí un café. Necesitaba tomarme algo calentito antes de llamarte por teléfono y reprocharte el haberme llevado a vuestra fiesta y lo mal que me había sentado el dichoso arroz que me habías preparado. En esos momentos, me daba igual que pensases que era un monstruo y que no hacía otra cosa que echarte las cosas en cara. Ya sé que piensas que hago una montaña de un grano de arena, pero es que el día había comenzado horriblemente mal y me estaba costando encontrar la luz para poder seguir sin perder los estribos.

Palabras elegidas: paraguas, piedra, mesa, teléfono, fiesta, arroz, monstruo, cara, montaña, luz.

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