Cuando descubrió que el mar era su fuente máxima de tranquilidad, sonrió. Por fin había encontrado un método alternativo a las pastillas; por fin podría desterrar de su mente a todos esos ñús, que no la dejaban disfrutar de un cielo despejado, de un rojo atardecer, de la frescura del verde césped... Por fin podría dedicarse a entregar todo el amor que en ella habitaba! Y también, por fin, podría recordar a Galicia, sin que esa espinita de encontrarse lejos de su tierra le produjese dolor.
Palabras elegidas: mar, tranquilidad, pastillas, ñús, cielo, rojo, verde, amor, Galicia, dolor.

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