Estabas ahí… observando con detalle cada uno de mis movimientos y yo… Yo perdida en la multitud, absorta en problemas que quizás no lo eran…
Pero tú… seguías ahí, aún a pesar de que yo no percibía las señales que me enviabas… Seguías ahí, acercándote sigilosamente, con esa seguridad que sólo tienen los que saben lo que quieren… Y por fin capté tus miradas… Por fin, dejé que fuesen ellas las que lo dijesen todo… Por fin, pude percibir todas esas señales que antes creía inexistentes…
Estabas ahí, con una declaración de intenciones como carta de presentación… Y te ví… Y entonces yo también comencé a observar con detalle cada uno de tus movimientos… Situados en el tablero de ajedrez cada uno movía sus piezas estratégicamente...
Lucha a muerte… uno contra uno… Lo demás se disipaba y nos quedábamos tú y yo… Cuando tus labios rozaron los míos sentí que comenzaba a perder la partida… Pero se trataba de una derrota dulce… Una derrota que incluso podría ser eterna, porque también estaba ganando… porque no me podía resistir a perderme en ti, en tus abrazos, en esas miradas pícaras, en ese calor que apaga mi frío…

2 comentarios:
Me gusto mucho mas tu post anterior, me parecio mas divertido y original. Nunca contestas a los comentarios?
Saludos!!!
fue sin querer, es caprichoso el azar, no te busque, ni me viniste a buscar...
tu estabas donde no tenias que estar, y yo pase, pase sin querer pasar.
y me viste y te vi...
Publicar un comentario