martes, 16 de diciembre de 2008

En el tren...

Adoro viajar en tren... Me relaja su vaivén, incluso el ruido que se produce mientras avanza hacia su destino... Un destino diferente para cada uno de los pasajeros que viajan en los pequeños vagones.

Adoro viajar en tren... Subirme en él, despreocuparme del abrigo, coger el cuaderno y observar a esa niña de escasa edad, que le pide a su mami que le ofrezca alguna de esas caricias que siemre está dispuesta a darle...

Y he de decir que no me importa viajar sola en tren... Es más, me gusta. Porque así, en silencio, puedo presenciar cómo dos ancianos intentan solucionar los problemas del mundo recurriendo, en ocasiones, a algún dicho popular... O simplemente sumergirme en todos esos paisajes que se van difuminando rápidamente, en ese sol que quiere pero que es incapaz de salir, en melodías que se antojan algo lejanas, pero que mis oidos aún pueden percibir...

Adoro sentir como en el tren el tiempo se detiene o se apresura cuando lo necesito...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Lo haces a posta o es que yo lo veo así? me refiero a los símbolos en vez del texto. Creo que lo cambias tú, y que sepas, en ese caso, que aún me ha gustado más porque de alguna forma llama muchísimo la atención y despierta la intriga. Los leeré con calma, por supuesto, que ahora es tarde y he llegado de carambola a tu blog. Prometo volver a ver qué dices que sientes cuando viajas en tren, etc.

Un beso ;-p

Simón Agulla dijo...

si viajar en tren es bonito, incluso bohemio ¡salvo cuando tienes que hacerte 2 horas todas las semanas! entonces es cuando se convierte en un "trabajo" o lo que es peor aún, ¡en un medio de transporte!. Supongo que es asi con todo el la vida, al final siempre se va la nube de magia