jueves, 24 de diciembre de 2009
martes, 1 de diciembre de 2009
Airport...
Van a ser las 2.30 de la madrugada -en horario español claro, porque me he negado a retrasar el reloj- y estoy aquí tirada en el aeropueroto de Stansted. A un lado tengo a mi novio, que está viciando al móvil - ojalá se le termine pronto la batería- y al otro lado tengo a un niño rubísimo, rubísimo, de unos nueve años, aunque a lo mejor tiene menos porque estos ingleses siempre aparentan más ead de la que tienen.
Me aburro. Y aun me quedan unas cuantas muchas horas aquí. La mayoría de la gente está dormida o intentándolo... Y hay bastante gente!!! Yo que pensaba que seríamos cuatro pringados... Pues eso, la mayoría de la gente duerme, cada uno en una posición más rara que el otro. A mi me da que seré de las que no duerman, más que nada porque los asientos son incomodísimos y como que el suelo está algo bastante frío... También hay grupos que charlan animadamente entre ellos, o había, porque justo ahora que lo escribo y echo un vistazo general todo el mundo está callado. Lo de charlar está genial porque así las horas se pasan más fácilmente.
Hay un chico español - lo oí hablar cuando llegamos- leyendo bajo las luces de una de las salidas de emergencia. El que le regaló el Magnum doble de caramelo a Juan porque él ya está demasiado gordo y le entraron remordimientos ha venido con una silla y ha puesto los pies encima... tío listo!!!
El niño rubísimo se ha ido hace un rato y no ha vuelto... Su madre, mientras tanto, lee la Cosmopolitan como si nada! A lo mejor es que en el aeropuerto hay un parque y yo no me he enterado... Esas cosas se avisan!!
Una pareja de italianos que antes se daban besos sabor Pringles -me hizo gracia la situación- duerme ahora plácidamente, aunque ella mñas cómodamente que él.
Mi novio sigue viciadísimo al móvil -menos mal que tenía poca batería!!- El niño rubísimo ha vuelto, no sé si para decirle a su madre que el parque -de haberlo- está genial o para decirle que prefiere practicar lectura en los paneles informativos, porque eso es lo que está haciendo ahora. Soy tan burra en inglés -entre otras cosas- que no consigo entender lo que hablan madre e hijo. Y eso me da un poquitín de rabia porque siento curiosidad.
La hija de una musulmana se ha despertado y sin avisar a nadie se va por el mismo camino que el niño rubísimo -creo que tienen la misma edad o, al menos, la misma altura- A ver si resulta que sí que va a haber un parque... Ay! O a ver si resulta que son novietes... Ah, no! La niña ha ido a buscar a su padre, que está bastante bizco, por cierto.
Los que llevaban 26 hora en el aeropuerto -ahora ya bastantes más- se han despertado y se miran sin decirse nada. Les han retrasado el vuelo por una avería y se han quedado aquí esperando... Yo no podría, la verdad. Demasiado aburrido.
En frente mía tengo a un tío que lleva un buen rato en la misma posición, -tocándose la oreja y los labios comprimidos- al menos desde que he empezado a escribir. (Ya son las tres)
Y a mi novio aun no se le ha terminado la dichosa batería del dichoso móvil...
Hace un rato ha pasado por delante nuestra una chica que ha estudiado políticas en mi misma facultad!!!! Increible, pero cierto... Los politólogos estamos por todas partes!! Estuve a punto de hacerle una foto por si las chicas no me creen, pero lo pensé mejor y desistí...
El rubísimo ha venido a trotes hacia su madre, pero se ha vuelto a marchar. Es automático: lo menciono y se escabulle, qué coincidencia!
Una inglesa con unas botas cowboy horterísimas observa con atención unas fotos que otra le enseña. Espero que no sean de botas como esas...
Alucino porque aquí el banco Santander se llama Abbey, pero creo que a partir de enero ya se llamará Santander también.
Me gustan los contenedores de basura, son muy cucos! Pero, como en España, me da que poca gente los utiliza correctamente. Voy a hacerles una foto de recuerdo.
Sí, me aburro soberanamente... Y es que la batería aun dura y soy tan cazurra que no puedo mantener una conversación con el niño rubio -lo he mencionado y no se ha ido- para entretenerme un poco.
Y nada, que seguiré aburriéndome. Ya son las 3,15 -digo ya como si el tiempo pasara realmente rápido y eso no ocurre.
A todo esto, iba a escribir sobre Londres, pero se va a quedar para otra ocasión porque por fin!! parece que la batería se ha terminado y mi novio ha guardado por fin!! el dichoso móvil.
Me aburro. Y aun me quedan unas cuantas muchas horas aquí. La mayoría de la gente está dormida o intentándolo... Y hay bastante gente!!! Yo que pensaba que seríamos cuatro pringados... Pues eso, la mayoría de la gente duerme, cada uno en una posición más rara que el otro. A mi me da que seré de las que no duerman, más que nada porque los asientos son incomodísimos y como que el suelo está algo bastante frío... También hay grupos que charlan animadamente entre ellos, o había, porque justo ahora que lo escribo y echo un vistazo general todo el mundo está callado. Lo de charlar está genial porque así las horas se pasan más fácilmente.
Hay un chico español - lo oí hablar cuando llegamos- leyendo bajo las luces de una de las salidas de emergencia. El que le regaló el Magnum doble de caramelo a Juan porque él ya está demasiado gordo y le entraron remordimientos ha venido con una silla y ha puesto los pies encima... tío listo!!!
El niño rubísimo se ha ido hace un rato y no ha vuelto... Su madre, mientras tanto, lee la Cosmopolitan como si nada! A lo mejor es que en el aeropuerto hay un parque y yo no me he enterado... Esas cosas se avisan!!
Una pareja de italianos que antes se daban besos sabor Pringles -me hizo gracia la situación- duerme ahora plácidamente, aunque ella mñas cómodamente que él.
Mi novio sigue viciadísimo al móvil -menos mal que tenía poca batería!!- El niño rubísimo ha vuelto, no sé si para decirle a su madre que el parque -de haberlo- está genial o para decirle que prefiere practicar lectura en los paneles informativos, porque eso es lo que está haciendo ahora. Soy tan burra en inglés -entre otras cosas- que no consigo entender lo que hablan madre e hijo. Y eso me da un poquitín de rabia porque siento curiosidad.
La hija de una musulmana se ha despertado y sin avisar a nadie se va por el mismo camino que el niño rubísimo -creo que tienen la misma edad o, al menos, la misma altura- A ver si resulta que sí que va a haber un parque... Ay! O a ver si resulta que son novietes... Ah, no! La niña ha ido a buscar a su padre, que está bastante bizco, por cierto.
Los que llevaban 26 hora en el aeropuerto -ahora ya bastantes más- se han despertado y se miran sin decirse nada. Les han retrasado el vuelo por una avería y se han quedado aquí esperando... Yo no podría, la verdad. Demasiado aburrido.
En frente mía tengo a un tío que lleva un buen rato en la misma posición, -tocándose la oreja y los labios comprimidos- al menos desde que he empezado a escribir. (Ya son las tres)
Y a mi novio aun no se le ha terminado la dichosa batería del dichoso móvil...
Hace un rato ha pasado por delante nuestra una chica que ha estudiado políticas en mi misma facultad!!!! Increible, pero cierto... Los politólogos estamos por todas partes!! Estuve a punto de hacerle una foto por si las chicas no me creen, pero lo pensé mejor y desistí...
El rubísimo ha venido a trotes hacia su madre, pero se ha vuelto a marchar. Es automático: lo menciono y se escabulle, qué coincidencia!
Una inglesa con unas botas cowboy horterísimas observa con atención unas fotos que otra le enseña. Espero que no sean de botas como esas...
Alucino porque aquí el banco Santander se llama Abbey, pero creo que a partir de enero ya se llamará Santander también.
Me gustan los contenedores de basura, son muy cucos! Pero, como en España, me da que poca gente los utiliza correctamente. Voy a hacerles una foto de recuerdo.
Sí, me aburro soberanamente... Y es que la batería aun dura y soy tan cazurra que no puedo mantener una conversación con el niño rubio -lo he mencionado y no se ha ido- para entretenerme un poco.
Y nada, que seguiré aburriéndome. Ya son las 3,15 -digo ya como si el tiempo pasara realmente rápido y eso no ocurre.
A todo esto, iba a escribir sobre Londres, pero se va a quedar para otra ocasión porque por fin!! parece que la batería se ha terminado y mi novio ha guardado por fin!! el dichoso móvil.
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